El Grupo Schnellecke ha crecido continuamente. Uno de los principales aspectos que ha contribuido a tal crecimiento es el Espíritu Schnellecke. Sus valores, los cuales son un reflejo de la cultura de la empresa familiar Schnellecke, constituyen un importante factor de éxito económico. Existen y evolucionan desde que la familia Schnellecke se fundara en 1939 y representan los valores centrales de Schnellecke Group.
Como empresa familiar de tercera generación, no pensamos en trimestres, sino a largo plazo. La responsabilidad no es algo de lo que nos alejemos, sino que la asumimos con placer. Al fin y al cabo, son los valores de la familia los que nos convierten en una empresa fuerte.
El Espíritu Schnellecke nos guía
El Espíritu Schnellecke y los valores empresariales y las normas de conducta que éste implica guían nuestra manera de trabajar, nuestra relación con el cliente y nuestra gestión empresarial. Sirven de modelo de conducta y comportamiento para todos los empleados de Schnellecke de todo el mundo, conectándolos entre sí. Sirven de base para las decisiones que tomamos y, por consiguiente, nos guían y orientan a todos.
El Espíritu Schnellecke no ha sido establecido desde arriba, sino que es resultado de un largo proceso de debate en el que han participado empleados de todos los niveles y de todo el mundo. Los valores son tratados constantemente en el marco de campañas internas. Si te paseas por los edificios de la empresa, por todos lados encuentras carteles en los que empleados y empleadas dan su opinión sobre nuestros los valores.
Naturalmente, los valores también tienen que adaptarse a las cambiantes condiciones medioambientales. Es por eso que a lo largo del tiempo, el Espíritu Schnellecke ha sufrido varias modificaciones. Eso sí, su esencia ha permanecido intacta.
Espíritu de equipo, sentido de la responsabilidad y el valor para cambiar, ¡eso es lo que representamos!