Una economía sostenible no es posible sin una logística sostenible. La importancia de la industria en la cadena de valor de muchas empresas es demasiado grande. Los accionamientos alternativos y, por tanto, el abandono de los combustibles fósiles como la gasolina y el gasóleo son una forma de hacer que los transportes sean más respetuosos con los recursos. Como proveedor de servicios logísticos innovadores, acompañamos el cambio desde el primer momento. Por eso pusimos en servicio nuestros primeros cuatro camiones que funcionan con gas natural licuado (GNL) a mediados de 2019 y estamos en proceso de seguir ampliando nuestra flota de GNL. Incluso hemos tenido un vehículo que funciona con gas natural comprimido (GNC) en servicio durante algún tiempo.
Los vehículos de GNL puntúan sobre todo con sus ventajas para el medio ambiente. Las emisiones de CO2, por ejemplo, son entre un diez y un 15 por ciento menores que con los combustibles fósiles. Más impresionante aún es que se libera un 95% menos de partículas en el aire. El ruido también se reduce aproximadamente a la mitad y el consumo de los vehículos de GNL es menor. A pesar de los elevados costes iniciales, se amortizan en poco tiempo
Durante mucho tiempo, el mayor reto para el uso de vehículos alimentados con GNL fue la escasa infraestructura. Mientras tanto, la red de estaciones de servicio se ha ampliado considerablemente y los conductores pueden obtener GNL y GNC para sus camiones en unas 30 estaciones de servicio; según la Agencia Alemana de la Energía, la infraestructura local se ampliará a unas 50 estaciones de servicio para finales de 2020. El objetivo es instalar al menos 200 estaciones de servicio de GNL para 2025, dijo.
Por lo tanto, ya podemos utilizar los vehículos en un número de rutas significativamente mayor que poco después de su adquisición. Tras una sesión informativa detallada, en la que se explican algunas características especiales, el proceso de repostaje no es más complicado que con otros combustibles. Por ejemplo, los conductores deben tener en cuenta que se distingue entre el GNL caliente (-130 a -120° C) y el frío (aproximadamente -150° C). Nuestros camiones prefieren el GNL caliente. En cuanto el GNL está demasiado frío, la presión en el tanque se reduce. A continuación, los vehículos deben permanecer inmóviles hasta que la presión se haya regulado por sí misma. Por este motivo, sólo se permite subir a los vehículos a los conductores debidamente instruidos, que además llevan equipos de protección al repostar.