Claire, Vicepresidenta de Finanzas y Administración en Sudáfrica y Asia
Ya lleva unos años en Schnellecke. Háblenos de su trayectoria profesional.
"Estudié en la Universidad Nelson Mandela de Port Elizabeth (Sudáfrica), donde me licencié con matrícula de honor en contabilidad.
Tras licenciarme, trabajé en Deloitte, una empresa de renombre mundial en el sector empresarial, y obtuve el título de auditor. Comencé mi carrera en Schnellecke en 2012 como contable y, tras un año en este puesto, me ascendieron a directora financiera. En este puesto era responsable de todas las sedes de Sudáfrica y trabajaba codo con codo con nuestro director regional local.
En 2021, me ascendieron a Vicepresidente de Finanzas y Administración en Sudáfrica. En 2022, mis responsabilidades se ampliaron a Asia. Actualmente soy la única mujer Vicepresidenta de la empresa, una distinción de la que estoy muy orgullosa".
Es realmente impresionante. La logística del automóvil sigue siendo un ámbito predominantemente masculino. Usted, como mujer en un puesto directivo de este tipo, es bastante rara. Su carrera empezó despacio, pero se ha acelerado mucho en los últimos años. ¿Puede explicar por qué?
"Creo que la razón es mi visibilidad. Lo que impide a muchas mujeres avanzar en su carrera es el hecho de que permiten que otros se lleven el mérito del buen trabajo que hacen. No debe permitirse que esto ocurra. Tienes que reconocer el valor de tu trabajo y asegurarte de que obtienes el reconocimiento que necesitas por él. A veces hace falta valor para defenderla, pero es la única forma correcta.
Por eso es importante tener una amplia red de contactos y compartir con confianza tus ideas y tu trabajo con mucha gente. No informes sólo a una persona, sino a un grupo grande. Mirando atrás, creo que fue un momento decisivo en mi carrera. Me hice más visible, lo que me llevó a un mayor alcance y, finalmente, a un mayor reconocimiento".
¿Qué cualidades personales cree que le han llevado a este punto de su carrera?
"En el mundo laboral, siempre te enfrentas a conflictos en los que rápidamente puedes sentirte incómoda, especialmente como mujer. En esos momentos, me ayudan mi fuerza emocional y la confianza en mí misma. No me tomo a pecho estas situaciones, sino que las supero. No siempre es fácil, pero aquí también me ayuda saber lo que vale mi trabajo y que el comportamiento emocional no está orientado a objetivos."
También me beneficia mi flexibilidad. Como mujeres, siempre estamos haciendo malabarismos con un millón de cosas a la vez. No siempre existe la típica jornada laboral de nueve a cinco y pulcramente planificada, ya que siempre pueden surgir imprevistos que requieran atención inmediata. Puede tratarse de algo del mundo laboral, pero también de un asunto familiar que entonces se antepone. Así que necesitas flexibilidad para gestionar tu propio tiempo y seguir haciendo tus tareas a tiempo".